martes, 22 de agosto de 2017

Jean Giono, los árboles y la realidad.



Recientemente encontraba en internet un par de noticias que de alguna manera reconfortan y devuelven (si se ha perdido) la fe en el ser humano. Ubicadas en dos puntos distantes del globo terráqueo y con una gran similitud entre ellas, su contenido real tiene un asombroso parecido con un libro que hace tiempo descubrí y que desde entonces he releído en varias ocasiones. Hoy vengo a hablar de ese libro y dejo los enlaces a esas noticias al final de este texto.

Hace años,  cuando era bastante más joven,  una tarde de sábado en casa de mis padres descubría por casualidad ( o no) un cortometraje de dibujos animados que emitían en televisión y que me caló hondamente de manera muy positiva.
A pesar de que no eran los clásicos dibujos al uso, formato Disney, Hanna Barbera, Warner Bross o Walter Lantz y de que su estilo gráfico y una narración en off pudieran resultar "raros" en ese momento, la historia me enganchó desde el principio hasta el final y me pareció de una belleza inusual, con un contenido cargado de luz, verdad y fuerza;  una gran obra que, si no lo era ya, se convertiría en todo un clásico.

Aquel corto de animación canadiense de 1987 era una adaptación de 30 minutos del cuento de Jean Giono, publicado en 1953, "El hombre que plantaba árboles". Lo dirigía  Frédéric Back y luego supe que ese año ganó el Oscar al mejor cortometraje animado y varios premios más, así como que compitió por la Palma de Oro en el festival de Cannes. También que en 1994 fue elegido en el puesto 44 como uno de los 50 mejores dibujos animados de todos lo tiempos.

Pero lo cierto es que, además de su belleza, aquella película despertó en mí el interés por conocer el libro en el que se basaba y al autor de tan preciosa historia, de modo que el paso siguiente fue buscarlo en librerías hasta que lo encontré y pude conseguir mi ejemplar.
Años después he ido comprando más ejemplares y regalándolos en fechas señaladas a personas que sé que disfrutarían con ello.

Así pues, quiero sin más recomendar desde aquí la lectura de este extraordinario libro a quien no lo conozca. Sin duda hará las delicias de cualquier espíritu sensible y le dejará una carga de positividad a la que irá sumando nuevos mensajes y formas de ver con cada relectura.



Personalmente creo que, entre otras cosas, "El hombre que plantaba árboles" puede enseñar el significado de lo que es "hacer lo que hay que hacer", sin más, sin esperar nada, sólo haciéndolo lo mejor posible y dejando luego que sea lo que haya de ser, casi como una demostración gráfica (posiblemente no buscada por el autor) del Dharma oriental.
Y se me ocurre que si la mayoría de los chicos en edad de estudiar lo leyeran alguna vez, su formación ética y como personas quedarían marcadas con una huella que les ayudaría en el futuro a desarrollarse mejor como seres humanos.

En fin, léase el libro quien lo desee y déjese que el poso de tan bonita narración vaya asentándose en cada uno a su manera.

Hay multitud de ediciones, alguna como la que yo tengo con unos magníficos dibujos y todas generalmente con precios muy asequibles. Incluso buscando en la red se puede encontrar en pdf y en descarga libre.  Sea cual sea la vuestra, que la disfrutéis.

Enlace a la película de animación: Pulsa AQUÍ
Enlace a la noticia 1: Pulsa AQUÍ
Enlace a la noticia 2: Pulsa AQUÍ

Hasta la próxima.

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